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Academia del Cine, no es la forma

Directivos de la Academia del Cine, si "la realidad, por el momento y probablemente por un espacio de tiempo demasiado largo, es que Internet no forma parte de la actividad económica del cine" es porque la industria no ha querido aplicar innovación, tiene un pánico terrible a perder su egemonía y porque ustedes, encima, le ríen la gracia.

La realidad es que yo mismo estoy "frito" por ver un montón de películas, pagando una entrada pero en mi casa, en los horarios que puedo y no hay forma porque a día de hoy ustedes no han solucionado un sistema de distribución en línea con una buena base de películas y novedades. Pónganse las pilas, dejen de lloriquear y que el intermediario acostumbrado al abuso se recicle de una vez.

Si estos días pudiera verse Eva, La voz dormida, No habrá paz para los malvados o Blackthorn en la red mediante pago ¿Cuanto habrían recaudado? Hace tiempo que quiero ver El Guateque y por más que busco solo consigo enlaces de bajada gratuita, no he conseguido encontrar donde comprarla... ¿De quien es la culpa?

¿De verdad van a esperar de brazos cruzados a que se solucione el problema y mientras tanto seguir apoyando un sistema caduco, obsoleto e insostenible? ¿Por qué como academia no montan su propio sistema de distribución en línea que permita que millones de hispanos parlantes puedan acceder a su trabajo pagando un justiprecio ( mediante tarifa plana o por descarga ) por novedades y por clásicos y dejan los cines como modelo económico residual? Un millón de usuarios pagando tres euros por película son tres millones de euros... ¿No les salen los números?

Una reflexión sobre el como escuchamos música

El último estudio de consumo cultural afirma que el 85% de la población escucha música. Nunca antes se ha escuchado tanta música en toda la historia de la humanidad.

Hoy vemos a multitudes con auriculares haciendo deporte, caminando o en el transporte público. En bares, hoteles, salas de espera o restaurantes se escucha música. La gente pone música mientras cocina, estudia o se ducha.

Pero ¿En qué ha quedado el sentarse solo a disfrutar de la música, sin hacer otra tarea simultáneamente?

Cuando escuchar música implicaba coger con mucha delicadeza un vinilo, limpiarlo cuidadosamente, ponerlo en el tocadiscos y poner la aguja con mimo y precisión en el surco del single o del LP repitiendo, incansablemente, esta operación cada cuatro minutos en el primer caso o cada veinte en el segundo y sentándote cómodamente solo a escuchar y poner tus cinco sentidos en ese precioso instante. O cuando, los más sibaritas, cargaban una bobina de cinta magnetofónica en el Revox que previamente habían grabado con una selección de obras desde vinilos suyos o prestados, o la obra integral de un artista, o por estilos, o por estados de ánimo...

¿Hemos cambiado calidad de escucha por cantidad? ¿Eran antes menos los que escuchaban música pero realmente la escuchaban y por el contrario hoy son más pero porque realmente la utilizan como sonido de fondo mientras hacen otras cosas?

¡VIVA EL TÚMIN!

México ha sido cuna de revoluciones populares. Allí nació Zapata y ahora el Túmin.

Ni la derecha ni la izquierda pueden sacarnos de este atolladero. El poder político está demasiado influido por el poder económico. No son poderes independientes y no podemos esperar nada de ellos salvo que la brecha entre ricos y pobres sea mayor cada día.

Para comprenderlo y afrontar la situación mediante la innovación debemos entender como funciona el modelo actual.

Una vez entendido también podemos analizar nuevos modelos como el que se plantea en http://www.bibocurrency.org/

Pero en El Espinal, México, que se han declarado en rebeldía monetaria sin tantos miramientos ni estudios sesudos.

El Gobierno Federal les echa encima al PGR y al Banco de México, asustaditos por lo que se les puede venir encima, acusándolos de fraude fiscal, porque el Túmin se extiende a otras poblaciones y territorios.